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Hace 17 horas
1 comentario:
El separatismo y las traiciones de Cataluña son todavía algo anteriores.
Durante el reinado de Felipe IV, se reactiva el conflicto entre España y el resto de las potencias europeas por las posesiones españolas en Europa (Guerra de los 30 años). El peso para mantener el inmenso imperio durante el siglo XVI recayo en el reino de Castilla aportando el mayor numero de tropas y oro, acabando arruinada y exhausta. El valido de Felipe IV, el Conde Duque de Olivares, decidio que para mantener la defensa del imperio debian asumir los costes todos los reinos de España, por lo que intento imponer los impuestos que pagaba Castilla a la Corona de Aragón, lo que evidentemente no gusto mucho.
Mientras la guerra en Europa se prolonga, Francia intenta desastibizar a España desde el interior, así el valido del Luis XIV, el cardenal Richelieu promueve el levantamiento de independencia de Portugal en 1640. Ese mismo año, instigada también por Francia, comienzan las revueltas contra el rey de los Catalanes (revuelta de los Segadores) y que continuan hasta diciembre de 1941 con la firma de un pacto entre Francia y el presidente de la Generalidad por la que Cataluña se convertiría en una república bajo la soberanía de Francia.
Con todos estos frentes abiertos España no podía dar más de si, y tuvo que firmar la paz de Wesfalia (1648) con la perdida de grandes dominios en Europa. En 1652 se recupero Cataluña ("hispánica") pero se perdió la Cataluña transpirenaica a manos de los franceses (por supuesto Luis XIV elimino los fueros a sus catalanes y el catalán), pero ya no se puedo recuperar Portugal y sus colonias, firmandose la independencia en 1668 en el Tratado de Lisboa.
Para que vean lo que nos costó a España la traición de Cataluña por pedirles que arrimarán el hombre en favor de la Patria común, se echarón en brazos de los gabachos, colaborando con el enemigo, ayudandole a desmoronar el imperio español.
El caso de la dinastía de los Borbones no es más que la continuación de la decadencia sin freno de España, pero su origen está más en el cainismo entre españoles que en los propios reyes.
Desde el siglo XVIII hasta ahora ha habido reyes de dos dinastías (Borbónes y Saboya), 2 repúblicas y directorios militares, y la caída ha seguido hasta el momento de hoy que estamos al borde de la desintegración.
El rey actual comete los mismos errores que su abuelo, y apoya y da alas a las posiciones izquierdistas y separatistas (enemigos del concepto de España, con todos los valores que representa) pensando que los de la tricolor le van a respetar. Es tan sólo un tonto útil al que cuando llegue el momento echarle la culpa de todo y largarle por el bien común. Pero desengañémonos en cuanto se acabe el pelele al que golpear, nos volveremos a matar los unos a los otros.
Perdon por todo el rollo que he soltado.
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